Pensaba
dejar esta reseña para otro momento, pero no me aguanté. Estas líneas
corresponden al primer escrito que me propuse a escribir debido al reto de las10 joyas de la literatura y trae mis impresiones/comentarios sobre la novela
Crónica de una muerte anunciada, escrita por el afamado Gabriel García Márquez.
Como realmente no tengo nada que añadir antes de iniciar con la reseña, los
dejaré en paz para que lean y opinen.
A
lo mejor hasta se animan a leerla.
Argumento [Editorial Sudamericana]
El
día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para
esperar el buque en que llegaba el obispo.
Había
soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y
por instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo
salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácido
Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes
ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de
estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una
reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre
que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en
esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños de los árboles que él le
había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.
Tampoco
Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la
ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimiento de estribo de cobre en
el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas
que se había prolongado hasta después de la media noche.
***
En
el prólogo de la novela, realizado por Santiago Gamboa éste
nos cuenta cómo preguntó una vez a Gabo "¿Cuándo
escribiría una novela negra?", a lo que el célebre escritor, Premio
Nobel de Literatura respondió "Ya lo hice. Es Crónica de una
muerte anunciada".
Me
tomo el atrevimiento de tomar este pequeño párrafo del estupendo
resumen/comentario realizado por Rincón del Vago (sí, debo admitir que rebusqué
en esa página a ver si sacaba algo de valor) para iniciar mi reseña sobre la
micro novela de Gabriel García Márquez. Afirmaré que no tengo idea de cuál es
la edición que contiene el prólogo de Santiago Gamboa y no me molesté en
buscarlo, así como tampoco leí ninguna introducción a la obra. Mi trabajo, en
el que basaré las siguientes líneas, se limitó a la exploración de esas 80
páginas que componen mi edición (Cara-Cruz del Grupo Editorial Norma) de Crónica
de una muerte anunciada.
Se
califica novela negra como aquella obra donde abundan la violencia, la
inseguridad, la corrupción y la injusticia. Se dice que puede generarse desde
diversas perspectivas (detective, criminal, víctima o juez) y su objetivo es
siempre mostrar la debilidad humana. Basándonos en estos tres puntos podemos descubrir
que Gabriel García Márquez no se equivocó en darle tal denominación a su
novelita. Ahora, bastaría con preguntarnos: ¿Qué perspectiva se utiliza? ¿Cuál
es la debilidad que ahí se plasma?
La
gran particularidad de esta obra, lo que en teoría literaria llamamos
estructura dominante, es la narrativa en sí. Los cuatro tipos de perspectiva se
empujan unos a otros para tomar las riendas de la historia y, al final, nos
percatamos de que se funden para generar una nueva, aquella que yo llamaré “perspectiva
colectiva”. Procedo a explicarlo.
Inicia
la historia con un narrador omnisciente (que como personaje también queda
involucrado en ella) que de buenas a primeras te establece un hecho: Santiago
Nasar va a morir. Gabo juega perfectamente sus cartas desde la primera línea y
a partir de allí es imposible dejar de lado el libro. Se crea un efecto
inmediato, un evento sin precedentes: el final de la novela está escrito en el
principio de la misma. Con esto tenemos, de una vez, lo que pasará pero estamos
lejos de entender cómo será: he aquí el gancho de la historia, a ver quién
puede soltarse.
Este
“evento sin precedentes” es natural en los llamados cuentos policiacos donde se
nos establece el día, el lugar y el momento sin dejar entrever de qué forma los
personajes se verán en medio de ello. Es interesante, impactante, curioso.
Creo, con humilde opinión, que este es el factor clave para el éxito de una
buena novela policial y, a consecuencia, una buena novela negra. Los seres
humanos tenemos la costumbre de querer entender los sucesos de la vida diaria y
para ello debemos conocer hasta el mínimo detalle; sí, podemos saber en qué va
a terminar, mas de nada sirve si echamos en falta la cronología de hechos.
Y
quiero afincarme en la palabra cronología para inducir el siguiente punto: no
es cualquier novela negra precisamente porque, a diferencia de muchas otras,
parece dejar ubicados en un espacio-tiempo que se maneja en los ejes periodísticos
y no en los ejes literarios. De esta manera, Gabriel García Márquez consigue
idear un nuevo estilo: Una crónica literaria. El in media res de dos mundos que
constantemente se pelean por apoderarse del ingenio colectivo: el periodismo y
la literatura.
Los
personajes en la novela saben que Santiago Nasar morirá a mano de los hermanos
Pedro y Juan por haberle causado una injuria a los Vicario: ha mancillado el
honor familiar al robarle la virginidad a Ángela Vicario, quien recientemente
ha sido regresada por su flamante esposo, Bayardo San Román. Irónicamente,
jamás sabremos si Ángela Vicario decía la verdad porque el pobre Santiago muere
sin enterarse del porqué ni poder dar su versión de la historia.
A
esto me refiero con una perspectiva colectiva: el criminal (Juan y Pedro
Vicario) se mueven por Manaure gritando a viva voz que asesinarán a una vícima
a causa de un daño causado (Santiago Nasar y Ángela Vicario), mientras un
detective y un juez se interponen tratando de cambiar lo inevitable (Cristóbal
"Cristo" y Margot Bedoya, Plácida Linero, Lázaro Aponte, entre
otros). Todos y cada uno de ellos, a excepción de la víctima principal que continúa
con su rutina sin saber que la muerte lo acecha, son participe de los sucesos
dentro de la novela.
Resulta
verdaderamente desesperante ver cómo Santiago Nasar se moviliza por su pueblo,
entre sus conocidos y amigos sin sospechar por un instante que los gemelos
Vicario pretenden matarlo. Resulta, además, absurdo ver cómo continuamente
algunos personajes pretenden intervenir y se tropiezan con obstáculos
invisibles que les impiden salvarlo. Esto es, por raro que parezca, una de las
maravillas de Crónica de una muerte anunciada.
Después
tenemos a la gama de personas que no hacen nada por la maraña de sentimientos
negativos que los envuelven, como es el caso de Flora Miguel, la novia de
Santiago Nasar. Hay rabia, indignación, decepción, miedo y demás. Es una novela
negra en todo su esplendor cuyo título no pudo redactarse de mejor manera.
Cabe
destacar, llegando a este punto, si realmente Santiago Nasar merecía morir o
estaba destinado a sufrir tal final. Durante la autopsia del cuerpo (capítulo
cuatro de Crónica de una muerte anunciada) se descubre que, actuaran o no Pedro
y Juan, Santiago moriría a causa hipertrofia en el hígado. Como dije
anteriormente, nunca se sabrá si Ángela Vicario decía la verdad o solo temía no
poder dar la cara y quedar mal ante su esposo. Ante tales circunstancias,
¿Santiago Nasar debía morir a mano de los Vicario? ¿Ángela adelantó su
inminente muerte? De la manera que fuera, aparentemente, Santiago Nasar estaba
destinado a morir.
Cita favorita
Empezaban
a desayunar cuando vieron entrar a Santiago Nasar empapado de sangre llevando
en las manos el racimo de sus entrañas.
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