Argumento [Libros El Nacional]
Eugenia
Blanc es una joven caraqueña de clase media que desea irse definitivamente del
país, hastiada de la vida sosa e insoportable de la ciudad. Luis Tévez, su
compañero de clases, es un joven provocador, iconoclasta, contestatario. Ambos
deciden emprender juntos un viaje a Altamira de Cáceres, en búsqueda del abuelo
de Eugenia, el único que puede facilitarle la salida del país.
Blue
Label/Etiqueta Azul muestra
en sus páginas el drama interior del personaje así como la conflictividad de un
país fracturado por la desesperanza. Con un habla fresca y lúdica, los
personajes se relacionan con una naturalidad que es pocas veces lograda en la
novelística de nuestras letras.
***
Aquel
ensayo que escribí para mi clase tenía como eje central “el viaje como elemento
fundamental en la novela”, una teoría que cumplen perfectamente las 175 páginas
de Blue Label/Etiqueta Azul. Otro de los temas bases, que a mi parecer se
refleja en esta humilde reseña, es lo que implica el ferviente deseo de buscar
el futuro en tierras lejanas: el desarraigo natal. Bautizada bajo el nombre de un
licor exquisito y costoso, resulta ser una obra ligera pero cargada de simbolismos
melancólicos, con hilos flojos y pasajes maravillosos.
El viaje como elemento
fundamental en la novela es uno de los arquetipos más antiguos en el mundo de
la literatura; tenemos a Odiseo, a Jasón, a Moisés, a Marco Polo, a Dante, a
Don Marcial… una infinidad de personajes cuya evolución se dio a través de un
largo y tedioso proceso que Joseph Campbell define como “El Viaje del Héroe”. Blue Label/Etiqueta Azul no puede
escapar de esta categoría, aunque esta vez el papel de héroe lo ejerce una
mujer: Eugenia Blanc.
Lejos de ser un personaje
precisamente original, Eugenia es la típica joven venezolana que se deja llevar
por la corriente de una sociedad que lentamente la asfixia y le produce
tormento. Acostumbrada a aparentar, acostumbrada a decir lo que otros pretenden
escuchar, acostumbrada a no sentir aprecio por nadie particular. Su sueño es
alejarse de todo, desligarse de lo que la mantiene atada para recorrer un rumbo
diferente: ser francesa, dejar de ser venezolana.
Todo cambia cuando conoce a Luis Tévez y es transportada a otra dimensión, a un mundo donde abundan la desinhibición, la honestidad, la extravagancia y, sobre todo, la expresividad. Tres factores que acaban creando el efecto de un verdadero coctel molotov en el interior de Eugenia, quien jamás había presenciado algo semejante. Este panorama es la apertura (el “viaje iniciático”) porque Eugenia Blanc no volverá a ser igual tras haber entrado en la casa de Titina Barca; desde entonces quiere mucho más. Y no es sorpresa encontrar a un Luis Tévez dispuesto a dárselo.
Todo cambia cuando conoce a Luis Tévez y es transportada a otra dimensión, a un mundo donde abundan la desinhibición, la honestidad, la extravagancia y, sobre todo, la expresividad. Tres factores que acaban creando el efecto de un verdadero coctel molotov en el interior de Eugenia, quien jamás había presenciado algo semejante. Este panorama es la apertura (el “viaje iniciático”) porque Eugenia Blanc no volverá a ser igual tras haber entrado en la casa de Titina Barca; desde entonces quiere mucho más. Y no es sorpresa encontrar a un Luis Tévez dispuesto a dárselo.
La propuesta del viaje en
busca del abuelo desconocido desubica totalmente a la protagonista, quien a
pesar de tener el firme deseo de marcharse a Francia nunca ha pensado
seriamente en ello. Algo irónico, pero no particular si tomamos en cuenta que
es fácil tomar decisiones cuando no sabemos qué precio supone. De la forma que
fuera, no resulta difícil marcharse por las estropeadas carreteras de Venezuela
hacia Altamira de Cáceres en compañía
de Luis Tévez y Vadier.
El elemento del viaje en la novela es de plano físico y plano espiritual, es decir, se presta como un factor tangible –literalmente, Eugenia se traslada de un pueblo a otro- y como una muestra de la firmeza y constancia que poco a poco va adquiriendo a la hora de ejercer sus acciones. Las conversaciones con su padre, los recuerdos del hermano fallecido, las constantes reflexiones sobre la Venezuela bañada en propagandas políticas y la Venezuela desahuciada a causa de locuras idealizadas; las pasiones desatadas por Luis Tévez, los lazos creados a base de confianza sincera con Vadier y Titina, la intención de alcanzar una meta.
El elemento del viaje en la novela es de plano físico y plano espiritual, es decir, se presta como un factor tangible –literalmente, Eugenia se traslada de un pueblo a otro- y como una muestra de la firmeza y constancia que poco a poco va adquiriendo a la hora de ejercer sus acciones. Las conversaciones con su padre, los recuerdos del hermano fallecido, las constantes reflexiones sobre la Venezuela bañada en propagandas políticas y la Venezuela desahuciada a causa de locuras idealizadas; las pasiones desatadas por Luis Tévez, los lazos creados a base de confianza sincera con Vadier y Titina, la intención de alcanzar una meta.
“El futuro está lejos, el
pasado y el presente son cuadros de costumbres…”, frases como estas se
consiguen a lo largo de la historia demostrando la visión que se tiene de la
vida, la inercia que –a su consideración- ha regido sus días desde siempre y el
inevitable dominio que los tres tiempos alcanzan a tener en nosotros; a fin de
cuentas, somos la acumulación de las historias que vamos recopilando.
Eugenia no se embarca en la
búsqueda de su abuelo, sino en la búsqueda de sí misma: su pasado, que
constantemente la atemoriza y la ha convertido en lo que es; y su futuro, la
oportunidad de conseguir una forma para abandonar la tierra que jamás llegó a
significar algo… la oportunidad para olvidar, tal como lo hizo durante las
vacaciones mientras bebía botellas y botellas de Blue Label.
Cita favorita
El futuro está lejos, el
pasado y el presente son cuadros de costumbres…
Dato curioso
Lo he mencionado antes: la
novela está bautizada con el nombre de un licor, para ser exactos de un whisky
promocionado por la marca Johnnie Walker. Y es precisamente ese licor el que va
a manejarse por los paisajes de esta novela y, a su manera, condicionará los
momentos que los personajes viven. Representa el deseo, la soledad, la
melancolía, la alegría, la tristeza… representa la calidad y la intención de la
novela en sí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario