martes, 2 de enero de 2018

02/01/18

Fotografía de Andrea Guedez
(https://andreaguedez.wordpress.com)

Cuando salgo a pasear por Caracas contemplo el panorama desde la autopista. Cualquier ruta plantea un buen escenario. Me fascinan las luces de mi ciudad en pleno apogeo nocturno, son testigos de intimidades desconocidas y (más) agresiones atroces. Aquí la noche se traduce en misterio y peligro, pero también en dolorosa sensualidad.

Hoy busqué las luces nuevamente, por primera vez este año. Acto vano. Regresé a mi apartamento acompañada por un silencio ensombrecido y mi soledad se hizo más palpable. Al igual que ayer, el tiempo está nublado. Tengo la impresión de que hoy también se apagó el cielo.